Parenthood. T2.
Empezamos por el final de la segunda temporada para hablar de esta serie que traducida al español significa Paternidad, pero referido al conjunto de madres y padres.
La serie empieza precisamente con la llegada de Sarah y sus dos hijos adolescentes a casa de sus padres, y a la ciudad donde viven sus otros 3 hermanos. El motivo y primer motor de la serie es la separación de Sarah de su pareja, y padre de sus hijos.
En los capítulos finales de la segunda temporada, Amber, la hija de Sarah, no puede entrar en la universidad. Su sensación de fracaso la conduce a una conversación con la madre en la que dice que ha intentado hacer las cosas como ella quería, responder a su deseo, pero que no funciona, que va a intentar hacerlas a su manera. De algún modo le está negando a la madre el papel paterno que, en ausencia de éste, la madre ha intentado asumir. La ausencia de padre, hito de arranque de la serie, se hace aquí nuevamente presente. La frustración de Amber es grande y empieza a reaccionar de forma desesperada e inconsciente, con la consecuencia final de un importante accidente de coche, del que sale herida, pero sin secuelas físicas importantes. Una vez fuera del hospital, el abuelo (el padre de Sarah) la acompaña al desguace y le enseña el estado en el que quedó el coche siniestrado. Para ello el abuelo, intentando reparar la ausencia paterna de Amber, se sitúa frente al lateral del coche que recibe el impacto, es decir, en la posición del subjetivo del coche que embiste al auto donde viajaban Amber y su compañero bebidos. Amber en su necesidad, convoca la figura paterna, masculina, la del padre malo, la del que abre el cuerpo femenino para hacerlo fértil. Ahora el Abuelo en ese mismo lugar compensa la figura Masculina como padre bueno, que permita el abrazo, el reconocimiento.
Paralelamente, varias historias inciden en el tema de la concepción, de la creatividad que posibilite la fertilidad y el crecimiento del árbol familiar:
– La casa que Crosby compra intentando responder a un inocente dibujo en el que Jasmine representa su ideal familiar y que Crosby toma como “plano de obra” para restaurar el estado ruinoso (como su relación con Jasmine) en que se encuentra la casa con ayuda de su familia, con la idea de recomponer su relación, o quizás preparar ese cuerpo femenino-casa para concebir.
– El encuentro amoroso de Haddie (la prima adolescente de Amber) con su novio, con la pérdida de la virginidad, en paralelo con el nuevo e inesperado embarazo de su madre, Kristina.
– Y el quizás más importante: la escritura de Sarah, quien construye un relato teatral a partir de la experiencia de su propia familia, aportando sentido a la serie, que mira sobre sí misma.
En la primera lectura teatralizada con público de la obra de Sarah, Amber, su hija, se emociona y rompe a llorar en una especie de lloro de parto, reconociendo en la obra de la madre, en lo que construye esa escritura, ese cuerpo fértil que junto con la figura masculina convocada en su accidente, reune por fin a esa pareja que la hace, completando uno de los círculos de la espiral que en torno al núcleo familiar de los Braverman dibuja esta serie.