— buscando el hilo

El banquete de boda

Entrega del regalo-secreto

Alguien dijo que oriente y occidente se comportaban como los dos lados del cerebro, izquierdo y derecho y que establecer un verdadero vínculo entre ambos era una de los modos de favorecer la evolución de la conciencia en nuestro planeta. Pues si esto es así, Ang Lee es uno de sus principales embajadores. El banquete de boda es un precioso ejemplo, donde la función principal es abrazar la diferencia, para en su dificultad encontrar modelos nuevos de convivencia y relación.

El cine de Ang Lee libera a la familia de su condición sanguínea señalando, la importancia de los lazos simbólicos y la difícil tarea de renovar rituales y modelos de representación, que hagan posible configurar una verdadera estructura familiar, capaz de contener los arquetipos necesarios que la sostengan.

Cinturón abrazo

Quizás, de lo sanguíneo nazca esa singular metonimia en la que después de acostarse la pareja de hombres, se encuentren al padre tomándose la tensión, mientras Simon, el compañero del hijo, acaba de ponerse el cinturón. Esos dos cinturones, el de los pantalones y el del brazo (abrazo) anuncian un lazo entre estos dos hombres, que se formalizará más adelante en la entrega del padre a Simon de un sobre con dinero como regalo de cumpleaños (boda en realidad), reconociéndolo así como pareja de su hijo y pidiéndole que guarde “el secreto”. Mientras, en secuencia paralela, Wai-Tung (el hijo) acompaña a la chica Wei-Wei a abortar, sincronizándose el momento en el que el padre entrega el secreto (dinero como energía paterna) y Wei-Wei y Wai-Tung deciden tener el niño y no abortar.

La boda que da nombre al film es una representación que pactan entre los protagonistas para tranquilizar a lo padres de Wai-Tung que viven en Taiwan. Lo extraordinario es que al forzarse un banquete de boda, que los protagonistas no desean, sucede algo que en boca del inolvidable matemático de Parque Jurásico, encarnado por Jeff Goldblum se traduciría en la fórmula: “la vida se abre camino”. Ang Lee es un extraño heredero de John Ford en el cine americano. Esa secuencia de la persecución en La diligencia, en la que John Carradine entrega una pistola a la chica para que se mate ante la amenaza de ser atrapada y posiblemente violada por los indios, los diferentes, encuentra en esta vocación de Ang Lee de abrazar la diferencia, un hermoso síntoma de la evolución de la conciencia dentro del código del cine clásico americano. De hecho Cabalga con el diablo y Brokeback Mountain revisarán posteriormente las bases del código del western de La diligencia, elevando el consciente del personaje masculino de héroe solitario que nunca acaba de volver a casa, el porche como frontera, para entender que el cuerpo herido de ese hombre, es la casa misma. Lo femenino tomado también del caballo como hombre dividido y completo a un mismo tiempo.

Quizás esta boda fértil entre oriente y occidente entre el lado izquierdo y derecho del cerebro sea una verdadera celebración del vínculo, ampliando los surcos que los canales del arquetipo tiene prefijado.