Julieta
El ciervo anuncia una figura masculina-paterna
El hombre del tren y el ciervo son el mismo.
Deja un bolso vacío. Útero
Bolso que reaparece al final, en el hospital, con la carta de la hija contando la imagen del niño ahogado. Imagen de concepción.
La figura de Xoan, el marinero, es una de las figuras masculinas más reales, posibles o completas de todo el cine de Almodóvar. Aún así, Pedro parece necesitar caracterizar un personaje un poco canalla y matarlo relativamente pronto.
De manera un poco más secreta “Julieta” plantea una equivalencia entre la imagen de la madre encerrada sola y las nasas de pesca: una especie de caja de red de nudos a la que al pez le es muy fácil entrar y casi imposible salir, enunciando así una de las claves del trabajo de Almodóvar con sus actrices-álter ego. Las encierra en el plató y las abandona con el deseo de desgarrar el objetivo, lo masculino de la cámara, esperando que esa herida haga sexo femenino, como de manera explícita compone ya con el vestido rojo de ella en los créditos de entrada y en metonimia con esas estatuillas de barro en las que el sexo masculino es falo y hueco a un mismo tiempo.
Xoan teje la red con la que se compone la nasa en un gesto parecido al coser, pero más masculino, quizás también manteniendo cierta analogía con la escritura de Julieta cuyas palabras, nudos, literalmente intentan armar una imagen posible del padre que entregarle a su hija, con la esperanza de que este tejer la traiga de vuelta.