El indomable Will Hunting
Descubrir la herida del que me pueda ayudar, donde asirme. Convocar en ese naufragio el padre malo, que es aquí el que conozco, ahogo del que intenta nacer*. “Me daba a elegir entre el cinturón, la llave inglesa y el palo… yo elegía la llave inglesa”. Ese es el legado, la llave, que abre cuerpo, que hiere. Es la llave inglesa con la que los tres amigos construyen ese cuerpo, coche que le regalan por su cumpleaños. Justo a continuación haberse producido el abrazo con Sean en la secuencia anterior . “No es culpa tuya, no es culpa tuya, no es culpa tuya, en serio, no es culpa tuya”. Abrir con “la llave” los brazos como en el cuadro de La danza de Matisse encima de la cama de ella, para ligar con el universo, como en una fórmula matemática, como las piezas de ese coche recogidas de aquí y de allí, por todo ese universo que es el barrio (South Boston) que le ha hecho, y que reunidas definen su paisaje inicial, su imagen originaria
*No había reparado en que el posible ahogo o sensación de ahogo en el nacimiento pueda estar vinculado a la imagen del padre que es el que te recoge. En la peli Sean agarra a Will por el cuello cuando este desvela su herida. Ambos iniciarán un proceso de reparación. Will separará la idea del ahogo de la figura paterna. El abrazo será aquí como el apoyo entre ambas partes de un tejado a dos aguas que protege una estructura.