— buscando el hilo

Después de la tormenta

Padre, Hijo y Madre

Ryota es un hombre desarmado, perdido. Miente continuamente, pero lo hace mal, como queriendo ser desmentido. Es jugador y tramposo. Llega a la casa de la madre en busca de algo de valor que heredar de su padre recientemente fallecido, pero encuentra que casi todo su patrimonio se halla en la casa de empeños. Al haberse divorciado, apenas puede visitar a su hijo, ya que es incapaz de pagar la pensión que se lo permite. Ha escrito hace unos años una novela titulada “La mesa está vacía” y todo el film se podría resumir como un esfuerzo por reponer la figura paterna y sentar con él a toda la familia a la mesa. El tifón anunciado desde el inicio del film será el encargado de facilitar esta tarea. La madre cuenta cómo en otra época vivían en una casa de la que huían a un refugio en la iglesia cuando venía un tifón por miedo a que volara el tejado. Miedo a perder la cabeza, a la creatividad. El tifón reúne a padre e hijo en esa especie de útero del parque, escenificando esa conversación de la que la genética y el inconsciente son vehículos para la criatura que ante la pregunta del padre se decide por la humanidad, por el hombre encarnado.