Castillos de cartón
Cuerpo interpuesto. El que sitúa el semisubjetivo. El tercero es el que mira desde la posición de la cámara, reuniendo así, la mirada de los padres.
En la mesa del comedor la tv es la que se interpone y evita el cruce visual que propicia el reconocimiento. Por eso, en un momento surreal, José se gira hacia un lado y aparece Marcos que la besa y luego mira hacia el otro y aparece Jaime. José es pantalla vuelta sobre sí, ensimismada, “pinto sin pensar, para seguir pintando”, pero antes ha pintado a la familia, al sobrino y a ella misma fragmentada en tres. Es la tercera pata del trípode, la pareja no puede sostener la cámara. El tres es circular, el dos es lienzo y bastidor, pantalla y espectador, espejo. El tres es el testigo, el notario, el que confirma la presencia o existencia más allá de la proyección del que te devuelve la mirada. El tres es el cine, el que convierte el objetivo en subjetivo, el cuerpo interpuesto entre dos que se desean, el hijo.