Esperando a Gagarin
Reparar las heridas en el árbol familiar, que girado es la raíz, también para que el nuevo pueda florecer como los cerezos en Japón.
Si la escritura es capaz de convocar el cuerpo, la presencia, esta es sin duda la misión de este libro. Cuando lo lees la primera sensación es que La Marujilla y el Juanillo son unos niños. Y así se mantiene este retrato de padres niños de Fernando. Y más adelante sabemos porqué se mantienen niños. Hay una herida en el árbol familiar, algo que Fernando intenta reparar con la escritura, con el relato, tomando de algún modo la voz de la madre para convocar la del padre que faltaba (dramáticamente). Y así retoma la voz del padre, de su abuelo para que le hable a su madre niña, para que tenga paz, para que descanse. Ese burrillo que acompañaba al abuelo y luego al padre, durante gran parte del relato, propone quizás como en otras historias la imagen de una conciencia sin encarnar, algo que llama a las puertas del cuerpo como Jesús entrando en Jerusalén, y por eso el Juanillo recoge los huesos del padre y los lleva en una pequeña caja, que contiene el secreto del padre, lo que resta, como si de una caja fuerte se tratase, o más bien una semilla, pues también repone aquí, al sitio al que pertenece, pues un árbol crece pero difícilmente se traslada.
Y el cielo siempre de fondo, frente al pozo, y los cohetes, y los terremotos, todas las fuerzas del universo capaces de abrir el cielo para que literalmente baje ese burrito volando con el padre de Marujilla en alto con un niño en brazos (Yuri, sin duda). Pregunta a la que responde este cuento. Voz para responder a esa imagen de sueño.
Y en la copa del árbol Japón, que una vez reparemos la raíz podamos acceder a la copa para esperar que florezca (esperando a Gagarin). Y también aquí un padre, mayor ya, frágil, al que hay que abrazar para sostener, en la bici. Un terremoto para que el mundo tiemble y se dé un abrazo, aunque parezca que sujetas la bicicleta, y así llegue Haruko (la primavera).
Por cierto, Yuri en japonés es azucena.