
Desdoblarse, sin quererlo ver, al otro que participa del yo en la sombra. Asombrarse, oscurecerse para no ser visto. Nublar el juicio para penetrar en terrenos donde el consciente-policía obstaculiza cualquier forma de acceso.
Leer másDesdoblarse, sin quererlo ver, al otro que participa del yo en la sombra. Asombrarse, oscurecerse para no ser visto. Nublar el juicio para penetrar en terrenos donde el consciente-policía obstaculiza cualquier forma de acceso.
Leer másEl amor de Olivier por su hijo no cesa ante la ausencia de este, promueve un ansia de sujeto donde depositarlo. Al quitarle Francis la vida al hijo (de Olivier), lo detiene como en una fotografía, reteniendo lo subjetivo como un robo que a la vez lo hermana a este.
Leer másEn el cine de Rohmer no hay subjetivos fantasma, cualquier plano es respaldado por la mirada de un personaje a la vez que la corporeidad nace de la conversación,
Leer másSorrentino toma en sentido literal la idea del Papa como actualizador de El Cristo, como figura capaz de guiar en la trascendente tarea de la encarnación, y lo hace a través de la poesía, sobre todo en su expresión contemporánea como performance, arte de acción.
Leer másAhmed aspira a una especie de santidad que le sitúa fuera de su familia, y en general de su contexto social, reconoce solo una autoridad paterna que lo inflama hasta un ideal de inmolación.
Leer másAmador es hijo de una tierra sin padre que, ante esta ausencia, en un extraño animismo, le mantiene criatura, vaca, buey, potro, tronco de árbol en el que el fuego prende la humanidad,” lo que arde”.
Leer másHay algo subversivo en esta cinta, como un grafittí sobre la ruina de un monumento clásico, pero que curiosamente lo regresa a la pintura, a una especie de amor por el cuadro.
Leer másAnte La Cena de Salzillo, mi acompañante observa que todos los apóstoles del lado de Pedro parecen el mismo. Pienso si es esa una de las claves de esta iconografía constelar, un arco de caracteres entre Jesús y Judas.
Leer másUna cercanía entre el mirar y el desear que dota al subjetivo de un asombroso poder para solapar capas de realidad, prendiendo lo imaginable en el lineal de lo biográfico, pero a la vez superpuesto a un querer estar presente, visible para el otro, asombrado ante la posibilidad de ser nombrado.
Leer más“A choiva” continua diluye la frontera entre cielo y tierra, entre aire y agua, definiendo un mundo y una cultura anfibia en la propia concepción del ser, entre lo humano y lo botánico, entre el presente y lo pretérito, entre lo real y la ensoñación.
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